Freedom writers que buena película.
A falta de inspiración ver películas de historias reales siempre motiva.
Para esos días donde no me siento nada motivada busco escuchar podcast, leer libros o ver películas basadas en historias reales.
Esta semana fue de esas semanas y Netflix me recomendó ver la película de Freedom Writers (Escritores de la Libertad), que si tienen tiempo cien por ciento la recomiendo.
La película esta basada en la historia real de una joven en los 90, que al graduarse de la Universidad consigue un trabajo como profesora en una de las escuelas de las zonas más marginales y violentas de California. Su padre como su esposo no estaban de acuerdo con su decisión, y tampoco sus alumnos estaban convencidos de tenerla como maestra. Y aun en contra todo pronóstico, gracias a su dedicación, creatividad y disposición ella logro hacer una diferencia en todos sus alumnos. Pasaron de ser niños considerados como personas incapaces de aprender e incapaces de tener un mejor futuro, a niños motivados por escoger y hacer una vida diferente.

Me encanta cuando las películas te dejan pensando y te hacen reflexionar. Creo eso es lo que hace un buena película, enseñarte que la vida puede ser o verse diferente. En este caso esta película me hizo pensar mucho el poder que alguien puede tener en nosotros, o incluso nosotros en otros y el como personas ordinarias pueden generar cambios realmente extraordinarios.
La película empieza con unos jóvenes que no creen en ellos porque nadie más lo cree; creen que su única manera de vivir es repetir los patrones de su familia, donde la vida consiste de drogas, peleas o robos con tal de sobrevivir todos los días. Y no es hasta que la maestra llega a creer en ellos que empiezan a actuar diferente. Y el cambio empezó gracias a todas las acciones que la maestra empezó a tener hacia ellos, desde cosas tan sencillas como comprarles libros nuevos sin miedo a que se los roben, seguir yendo con la mejor actitud sin importar como ellos la traten, o hasta tomarse el tiempo de llegar con diferentes actividades hasta que ellos se sintieran realmente entendidos y escuchados.
El problema con sus alumnos no eran que fueran incapaces de aprender, si no que al no tener a nadie que creyera en ellos, o que los hiciera cuestionarse que la vida podía ser diferente, ellos no creían que eso era posible o que valía la pena cuando tienes a todos en tu contra.
Y creo eso nos pasa a todos, aunque puede ser que no en esos extremos; pero sin darnos cuenta crecemos repitiendo patrones, actitudes o creencias de donde vivimos hasta que alguien o algo nos demuestra que si lo intentamos realmente, podríamos vivir una vida diferente.
Si crecimos en una casa donde siempre nos decían “calladita te ves más bonita” no me sorprende que nos de miedo decir lo que realmente pensamos o opinamos. Si crecimos en un país donde lo más importante es el dinero o lo que piense de ti la gente, no me sorprende que gente este dispuesta a hacer todo con tal de que la gente los vea como personas increíbles y que estemos dispuestos a dejar ir nuestros sueños por miedo al que dirán. Si crecimos en una sociedad donde valoren a la mujer por tener buen cuerpo y al hombre por tener mucho dinero, no me sorprende que las mujeres tengamos relaciones complicadas con la comida y los hombres crezcan siendo prepotentes.
Pero lo padre de esto, es que eso puede cambiar con algo tan ordinario como que alguien nos pregunte sobre nuestra opinión para dejar de creer que es mejor mantenernos cayados. A veces solo es necesario ver a alguien que persigue sus sueños sin importar lo que digan los demás y verlo tan feliz y convencido que nos motiva a nosotros también intentarlo. A veces es ver a alguien vivir su vida feliz cuidándose por salud y no por miedo a engordar que empiezas a ver que tu valor puede venir de otra cosa que no sea tu cuerpo. O a veces ves a alguien con mucho dinero que trata a todos por igual que empiezas a pensar que puede ser que nuestro valor no depende de lo que se vea de afuera.
A veces nuestro cambio de mentalidad se da porque alguien como la maestra se toma el tiempo de enseñarnos que la vida puede ser diferente, pero si no es nuestro caso podemos empezar a ver como maestros a todos los que nos rodean. Podemos empezar a ver como ejemplo de vida a gente que nos rodean que vemos felices o nos gusta como viven su vida.
Espero todos tengamos la suerte de que alguien llegue a enseñarnos que la vida puede ser muy diferente, que crea en nosotros y nos enseñe que hay otros caminos mucho mejores que seguir todos esos patrones o actitudes que puede que nos hayan lastimado.
Yo creo todos podemos vivir una vida diferente, ya se aprendiendo de los otros, o ser nosotros quien les enseñe a los otros.

Con amor siempre,
Val Glez